No es algo novedoso pero eso no lo hace menos extraordinario. La Italia Sub21 de Paolo Nicolato se juega en este parón de selecciones el acercarse a la próxima Eurocopa Sub21. Jugarán ante Bosnia y Suecia, con los nórdicos peleando de tú a tú con los italianos por el primer puesto que evita la fase de repesca. Y una vez más, para competir en este tipo de partidos, el seleccionador de Lonigo mira hacia la Serie B para conformar su convocatoria. De los 27 futbolistas llamados, 14 juegan esta temporada en la categoría de plata. Más de la mitad.

Es cierto que la gran mayoría de esos 14 futbolistas son jugadores cedidos por clubes de Serie A a otros más modestos en Serie B. Es el ciclo natural del calciatore en Italia. Salvo que seas un predestinato como Roberto Baggio y estés llamado a saltar categorías como si de una carrera de 110 metros vallas se tratara, es muy complicado abrirse un hueco en el primer equipo de tu club. Y es que tras acabar la fase Primavera (juvenil, hasta los 19 años), la gran mayoría de los jugadores de fútbol en Italia se quedan en un limbo. Si el equipo que juega en Serie A no los reclama (y esto es lo habitual) comienza una odisea de cesiones por Serie B o Serie C, o incluso rompen contrato y toca empezar de cero.

De esta forma, muchos futbolistas acaban en la categoría de plata del Calcio con el objetivo  de demostrar que están listos para más o, simplemente, empezar a hacer carrera en equipos de dicha competición. Y en estas vicisitudes nos encontramos a nuestros 14 protagonistas, buscando ser parte del futuro de la selección italiana. Algunos se quedarán por el camino, claro; otros, sin embargo, sí llegarán a la Nazionale.

Carnesecchi (Cremonese).

Los tres porteros convocados por Nicolato, por ejemplo, provienen de la Serie B. Y además, faltaría Carnesecchi (Cremonese, cedido por la Atalanta), el habitual titular de la Sub21 y uno de los mejores porteros de la categoría. Es baja por lesión. Por ello completan esta llamada Pizzignacco (Vicenza) o dos porteros cedidos por el Sassuolo en Serie B como Russo (Alessandria) y Turati (Reggina). Si es verdad que la mera existencia de Donnarumma complica llegar al puesto de titular en Italia a todos, acompañar al meta del PSG en la convocatoria no es ninguna locura.

En la defensa hay que diferenciar entre centrales y laterales. Por un lado, en el eje de la zaga podemos situar a Canestrelli (Crotone, cedido por el Empoli), que viene de anotar 2 goles y ser expulsado ante el Ascoli; Okoli (Cremonese, cedido por la Atalanta) o Pirola (Monza, cedido por el Inter), con este último aún convocado pero viendo como su futuro se apaga poco a poco al no gozar de oportunidades con el equipo lombardo en este inicio de curso. En los costados, por otra parte, la mayoría de los jugadores provienen de la Serie A pero también encontramos a Ferrarini (Perugia, cedido por la Fiorentina)

Pero si alguna línea ilusiona de cara al futuro es la del centro del campo. Si ya es bueno el elenco del que dispone Mancini en la Azzurra, el material con el que cuenta Nicolato no es nada desdeñable. Desde un Tonali que brilla en Serie A hasta todos los prospectos que brillan en Serie B. Es el caso de los dos jugadores cedidos por la Juventus: Fagioli (Cremonese) y Ranocchia (Vicenza). Ambos salieron de Turín en busca de minutos y los están encontrando, siendo importantísimos para sus respectivos equipos en este inicio de curso. Además, Brescianini (Monza, cedido por el Milan), que lucha por hacerse un hueco en el Brianteo, y Salvatore Esposito (SPAL), el hermano de Sebastiano, líder del mediocampo de la SPAL.

Colombo (SPAL).

Por último, la línea ofensiva. Si miramos la tabla de goleadores de la actual Serie B encontramos a multitud de futbolistas jóvenes y con talento. Y no es de extrañar que luego esa lista se traspase a la convocatoria de Nicolato. Hablamos de Colombo (SPAL, cedido por el Milan), Lucca (Pisa) o Mulattieri (Crotone, cedido por el Inter). Entre los tres suman 15 goles en estas primeras jornadas.

En definitiva, un elenco de jugadores de mucho nivel que pulen sus habilidades y carácter en la Serie B. ¿Su objetivo? Completar con la mejor nota posible el paso previo a una carrera cargada de éxitos. El máster que supone la categoría de plata tras la trayectoria universitaria que fue el fútbol Primavera. Un proceso que no todos superan y que decanta cuál puede ser la suerte en la carrera profesional de los futbolistas italianos.