Con tan solo nueve jornadas de competición en la Admiral Bundesliga estamos viendo como uno de los dos o tres equipos que tenían que competirle el título al RB Salzburgo, el Rapid Viena, se encuentra sumido en una grave crisis estando actualmente penúltimo con ocho puntos. Una situación inesperada que tiene a Kühbauer en la cuerda floja.

Kühbauer, entrenador del SK Rapid.

La temporada no empezó bien para el equipo vienés ya que en la jornada inaugural perdió en casa 0-2 contra el Hartberg. Lo que en principio podría haber quedado como un mero tropiezo se ha convertido en la tónica habitual de lo que llevamos de campaña. Solamente hay que echar un vistazo a las últimas jornadas en las que encadena tres derrotas consecutivas, dos de ellas en casa, recibiendo siete goles y marcando solo uno. Un bagaje pésimo para los actuales subcampeones. ¿Qué le ocurre al equipo para estar inmerso en esta crisis de resultados y de juego?

Si miramos las bajas y las altas que han tenido esta campaña no parece que sea especialmente sangrante las pérdidas. Jugadores claves han perdido a Yusuf Demir y a Dejan Ljubicic, pero han incorporado a gente importante como Marco Grüll, Jonas Auer, Aiwu o Kevin Wimmer. Haciendo un análisis del mercado no podemos decir que esto explique la mala situación actual puesto que está bastante compensadas las altas con las bajas.

Red Bull Salzburg vs SK Rapid Wien.

Kühbauer, como es habitual en él, ha ido probando diferentes esquemas para enfrentar a los rivales 3-4-1-2, 3-4-3 y 4-2-3-1. Ninguno de ellos ha funcionado correctamente. Hay que decir que las dos victorias de la temporada han llegado con la última formación, pero también las tres derrotas consecutivas han llegado con ella. El entrenador austríaco no está sacando el máximo rendimiento de los jugadores que tiene disponible.

El Rapid Viena está encajando muchos goles, y no solo eso, sino que le generan un gran número de ocasiones. Tiene una gran debilidad defensiva y nadie parece asentarse en el eje central. Con la llegada de Aiwu en el último día de mercado se podría pensar que esto mejoraría, pero ni así. Incluso Kühbauer no le encuentra una posición adecuada al joven central puesto que le ha probado de mediocentro defensivo. Wimmer, un jugador con mucha experiencia internacional, no ha dado la seguridad y rendimiento que se esperaba y ha ido entrando y saliendo de las alineaciones. Solamente el joven Greiml parece que rinde en esa línea defensiva. Además, los laterales, que son más ofensivos que defensivos, están concediendo muchas ocasiones y están siendo claramente superados. Por aquí debe de empezar el Rapid a cimentar la recuperación.

Otro problema que están teniendo los vieneses es que los jugadores del mediocampo no consiguen sacar con claridad la jugada. Robert Ljubicic, Auer, Petrovic o Grahovac han entrado en los onces titulares, pero ninguno se ha asentado en ellos. En una línea que es fundamental para la creación del juego nadie ha tomado el bastón de mando ni ha dado un pase adelante para llevar al Rapid a un estilo de juego adecuado. Otro punto que Kühbauer tiene que mejorar.

SK Rapid Wien vs SK Sturm Graz.

Sin embargo, no todo son malas noticias. Marco Grüll está a un nivel espectacular. El ex del Ried está siendo, sin lugar a duda, el mejor jugador de la plantilla. Desde el extremo izquierdo desborda, genera, llega al área, centra y remata. Una grata sorpresa en la mala temporada. Muchos piden que Marco tenga una oportunidad en la selección. A pesar de su nivel, no es suficiente para que el Rapid se mantenga arriba, pero si es un clavo ardiendo al que agarrarse igual que a Fountas, aunque el griego ha bajado su rendimiento en las últimas semanas.

Tampoco está teniendo suerte los delanteros centros, empezando con Ercan Kara que solamente ha anotado un gol. Pero es que ni Ballo ni Kitagawa dan la impresión de que puedan ser una alternativa al internacional austríaco.

Como vemos el Rapid Viena tiene problemas en todas las líneas y tiene que mejorar. La próxima jornada recibe al Wattens Tirol, último con los mismos puntos que ellos, en lo que parece una oportunidad para resurgir. Eso sí, todo lo que no sea ganar pondría en serios aprietos al club, pero sobre todo a Kühbuaer. Veremos si es un punto de inflexión o si sigue la caída libre.